Por Helena Malvido

La nueva oleada de grupos nacionales está creando un propio subgrupo en el que ya se encasillan unas cuantas bandas que con mucha nostalgia acogen el garage y hacen con él lo que quieren. Pero ojo cuidado, que porque se esté manifestando una exhaustiva adoración por este sonido, no todo el mundo toca como si fueran de los 60, los que hacen surf se cuentan con una mano y, ¿alguien toca en un garaje?

De todo esto, sin duda lo importante a destacar es ese lo-fi ya casi imprescindible para todos esos oídos a los que les gusta estar actualizados musicalmente y con el que cuentan más de un grupo. Y amigos, no todo el lo-fi DIY (y más palabras cool que queráis añadir) nacional está en Madrid o Barcelona.

Vayámonos al sur a escuchar a LEICOMERS.

Formado en Sevilla, primeramente por Abel y Gonzalo, guitarra y bajo respectivamente, estuvieron tocando a dúo un tiempo sabiendo que eso no tenía futuro. Mientras tanto Alejandro (voz), sin conocerles de nada escuchaba en clase de inglés a Abel hablando de su grupo. No fue hasta que estos dos primeros anunciaron en redes sociales que necesitaban más miembros que encontraron a Alejandro y él mismo trajo consigo a Pablo (batería) al que ya conocía de otro grupo, ya que el anterior les había dejado tirados.

Su peculiar nombre viene del término latecomers, utilizado en economía para referirse a los países rezagados en la Revolución Industrial, simplemente, porque necesitaban un nombre ya, Alejandro estaba estudiando eso y era raro que alguien llegase pronto a los ensayos. Lo de cambiarle un par de letras surgió por los posibles problemas que iba a suponer la pronunciación. Y lógicamente, nadie más iba a tener ese nombre.

LEICOMERS, son gente que escucha de todo, suena a tópico, pero es así; desde lo último que ha sacado The xx, flamenco, jazz hasta lo más underground y nuevo que pueda existir. Muy influidos por esa oleada de baja fidelidad, se fijan sobre todo en la base conceptual. No es hacer todo esto porque sí, es trabajar y hacerlo uno mismo e intentar escapar de esas letras que solo hablan de romperlo todo, salir y de adolescentes incomprendidos. Ir más allá dentro de la filosofía de este movimiento; lo patético que puede llegar a ser, pero lo profundo que se vive.

Su EP buddy, i wanna know if there’ll be happiness with u knowin’ what u want or what u want me to do, contiene los nombres de las canciones que lo forman en su propio título, aprovechando el formato en internet. Escucharlo supone darse cuenta, que aunque estos chavales estén provocando pogos como cualquier otra banda del rollo, sería un error encerrarles en el saco garagero o revival. La energía que contiene es perfectamente la que tienen bandas de fuera del país como Pond, y su discurso va de la mano de la que llevan a cabo grupos como por ejemplo, los neoyorquinos SKATERS (con algo más de distorsión).

El artwork también está lleno de simbolismo que invito a descubrirlo por cuenta propia.

Se declaran fans de grupos de su propia escena nacional como Alien Tango y de otras bandas con las que comparten el colectivo OMC como Terry vs. Tori y Vera Fauna. En cuanto a sus planes de futuro, seguramente en breves les veamos tocando más allá de sus fronteras sureñas con otro EP debajo del brazo, así que no tardéis en echarles una escucha.