Hola amigos, hola amigas, y bienvenid@s a Embrace The Beat, una sección donde no vais a aprender nada que os vaya a servir para buscar un trabajo, ganar mucho dinero o encontrar pareja. Lo siento un poco.

En términos muy generales: vamos a hablar un poco de la electrónica por estos párrafos. No obstante, no pincharéis en la sección para ver noticias de los top 100 DJs mundiales, ni para que os cuente sermones de quién lo está petando por ahí poniendo lo-fi techno habiendo pinchado pachanga toda su vida, porque no encontraréis ninguna información al respecto.

Sin embargo, lo que sí encontraréis será una perspectiva de las inquietudes más internas en mi contexto vital de la música electrónica, y es que, como digo siempre e intento convencer a mis allegados, el beat no solo está hecho para bailar, sino para sentir, cerrar los ojos e imaginar; os toparéis con mis opiniones, mis ideas y espero que no tanto con mi vena hater, que la tenemos todos.

Y con mis inquietudes no me refiero tan solo a la música en sí. Los sonidos evocan imágenes, paisajes, y de éstos tengo mil en mi cabeza de los que podría escribir párrafos y párrafos hasta aburrir: un cielo estrellado bajo una playa desierta, un lago de montaña sucumbido por la neblina, el llover sobre un bullicio de gente intentando cruzar un paso de cebra en la noche, un horizonte de valles verdes, Islandia, y más cosas así. Ups, perdón, a esta Islandia me refería.

Paisajes y momentos pues, de los que se pueden sacar apreciaciones que adoro asociar a la música, y que os iré exponiendo, haciendo así más tangible la manera que tengo de apreciarla, que es el iter de la sección. Que vale, que no soy una eminencia del panorama ni lo seré, ni siquiera he compuesto más que alguna maqueta y producción, pero oye, disfruto de lo que escribo, y espero que vosotros lo hagáis también. Prometo no aburrir, I swear.

Y sé que lo que os estoy contando quizá es difícil de visualizar, igual hasta os resbala por el momento, pero se irá entendiendo el mundo que lleva tantos años cautivándome, el paisaje que visualizo cada día con mis escuchas; un contexto muy derivado además del post rock, del que llevo nutriéndome casi media vida, y con el que desde hace tiempo intento impregnar parte de mi existencia. La electrónica no va a ser menos.

Y si no te cautiva, pues oye, a conocer productores de los que quizás habías oído hablar o que te suenan a arameo mandarín. Y sino por lo menos tendrás música para tu carpeta llamada “estudiar, relax, etc.”. Míralo así.

Para terminar esta primera entrada os dejo una pequeña muestra de lo que vengo a escribir un par de veces al mes, ojalá más. Nos leemos muy pronto.