La mercadotecnia política no tiene límites en el territorio norteamericano, es noticiable en la prensa de nuestro país la publicación de la lista de la música que escucha el presidente Obama. Lo que han destacado los medios españoles es el gusto del presidente al incluir a Manu Chao en su lista. Es comprensible por diversos motivos y a la vez inquietante por otros.

Manu Chao ha sido siempre un músico comprometido con los pueblos más desfavorecidos participando activamente en conciertos solidarios y reivindicativos. Podríamos decir que es una estirpe en pleno proceso de extinción dentro de la música actual -aunque excepciones, haberlas, haylas-. Manu Chao es, sin duda, todo un exponente en lo musical, tanto en la búsqueda de sonidos y ritmos así como en la injerencia de varios idiomas en un mismo tema. Sugerencias en sus canciones y discos tenemos por doquier por eso es uno de los músicos que mejor consigue hacer suyos sonidos de diferentes procedencias.

Manu Chao con Mano Negra supo alumbrar una manera muy personal de entender la música, influenciado por las vivencias personales y de quienes le han rodeado (destacando a su padre, Ramón Chao). Mano Negra fueron un auténtico revulsivo para el desalentador panorama musical francés. Capaces de desarrollar un estilo donde la energía de sus directos conseguía enloquecer a sus fieles seguidores y ser aclamados por la crítica. Enérgicos cual grupo punk pero virtuosos con los instrumentos, esa era su fórmula. El desarrollo de sus conciertos siempre se componía de mucha energía destilando mensajes revolucionarios que eran acogidos por sus seguidores a la vez que conseguían fundir el rock con la alegría y convertir todo en una auténtica fiesta. 

Manu Chao se merece estar en la listas, no sólo la de Obama, sino de muchos líderes políticos porque, entre otras cosas, denotarían tener un buen gusto musical y que son capaces de interiorizar diferentes situaciones sociales con gran protagonismo en las canciones del franco español. De todas formas poco interés musical tiene la noticia cuando algunos periodistas lo que destacan es que la lista la ha hecho personalmente el mismo Obama, como si tuviera algún interés una lista musical publicada por el becario o becaria. El periodismo avanza.