Por Quim Coll

Hay ciertos fenómenos que solo pasan de forma periódica, cada ciertos años, como los 29 de febrero, los discos de Frank Ocean o el cometa Halley. El cometa Halley se vio por última vez desde la Tierra en 1986, y hasta 2061 que no volverá a pasar. Eso son 76 añazos. Muchos de nosotros estaremos muertos antes de que pase. Los fenómenos periódicos son una putada, y el fenómeno que nos afecta más de cerca son los soplos de aire fresco en la música nacional.

Cada cierto tiempo una escena debe renovarse. La música alternativa nacional nos ha dado tanto alegrías como fracasos, pero, de vez en cuando, se echa de menos que llegue un grupo, reviente la puerta grande de una patada y lo queme todo. Esa sensación de ir a un concierto de un grupo al que no has oído nunca, y que te calen hasta los huesos. Esa huella que deja pulsar el play a un EP con menos de 1.000 visitas y tenerlo en repeat durante semanas. Ese tipo de grupos siempre hace falta, por suerte, La Plata han llegado para quedarse.

La Plata comenzó en 2015 como un proyecto de su cantante, Diego Escriche. Ahora son cinco, y sumándose a Diego (guitarra y voz) tenemos a Miguel Carmona (batería), Salvador Frasquet (guitarra solista), María Gea (guitarra baja) y Patricia Ferragud (sintetizador). La banda se formó en Valencia, y sus miembros provienen de diferentes bandas en activo, como por ejemplo AcapvlcoCarmonas. La experiencia es un grado, y que siendo aún jóvenes los integrantes de la banda hayan estado en conjuntos diferentes es un plus a la hora de hacer las cosas bien.

Seguramente a estas alturas del artículo se estarán preguntando el por qué de estos dos primeros e hiperbólicos párrafos. Pues bien, permítanme dirigirles sin más dilación a su primera referencia discográfica, el EP Un Atasco, publicado a través del sello Sonido Muchacho (The Parrots, Juventud Juché, Terrier). El EP contiene tres canciones, la primera de las cuáles y la que da nombre al EP, ‘Un Atasco’ (canción primero publicada por Diego en solitario en 2015 bajo el nombre ‘0000000’) sólo se puede definir a base de pogos y hostias de excitación o con la palabra HIT en mayúsculas, si prefieren. La segunda, ‘Esta Ciudad’ es un himno al ennui vital que provoca la vida cuando se estanca, a la necesidad de un cambio gigante («Sólo quería ver esta ciudad arder/perderme, nunca más volver a aparecer«), y cierra el EP ‘La Luz’, siguiendo la estela de emergencia que nos brindan en las otras dos canciones.

Y es que la música de La Plata es eso, emergencia pura; ellos mismos definen su sonido como synth pop/punk, y es esa caña del punk sin descuidar la parte melódica lo que hace de sus canciones una esfera que se expande y se contrae al ritmo de las letras, que narran historias que hemos vivido, estamos viviendo, o, probablemente, viviremos todos. Las cinco personalidades distintas de sus integrantes se funden en una mezcla de influencias diferentes, desde el punk más guarro hasta la música experimental, desde grupos míticos como Golpes Bajos a grupos coetáneos como Futuro Terror , y todo esta embriagadora mezcla se ve sublimada en un estilo de música urgente, sólido, y sobre todo, necesario.

Si a estas alturas y habiendo escuchado el EP aún no están convencidos de que La Plata es lo mejor que ha pasado este año, no tienen remedio. Dejadlo. Más para nosotros. Si, por el contrario, están babeando con Un Atasco y lo tenéis en repeat desde que lo habéis escuchado, no pierdan la oportunidad de ver al grupo en directo, si la tenéis. Desde aquí os proponemos el festival Fuzzville que se celebra en Benidorm del 13 al 15 de abril.

En definitiva, La Plata son todo lo que se esperaba de la música nacional. El aumento de calidad en las bandas recientes solo podía derivar a esto, a novedades frescas, puras y geniales. Pueden escuchar a La Plata en Spotify o en Bandcamp, y comprar su EP Un Atasco (la portada del cuál está diseñada por María Gea, su bajista) aquí.