Por Julià Panades

Julià Panades es un artista mallorquín que a través de distintos proyectos multidisciplinares reflexiona sobre lo trascendental y metafísico y la iconografía que se crea su alrededor. Utilizando plataformas como su cuenta de Instagram y con  un toque de humor trata de acercar esos conceptos al público. 

No me considero un entendido musical, se podría decir que tengo un gusto «ecléctico». Según la época escucho más o menos música. Me gusta lo comercial y lo minoritario, los clásicos y los modernos. En mi vida pasé de escuchar a Nirvana a comprarme unos Technics y hacerme DJ, llegó un punto que dejé la electrónica para escuchar casi de todo, cada cosa en su momento; de Camarón a Joy Division, de Joan Miquel Oliver a Kindness. Si tuviera que decir algo que no escucho sería el heavy metal. Vivir en Barcelona me ha permitido ser un fijo al Primavera Sound y Sonar. Nunca hago listas de lo que quiero ver, los últimos años casi ni miro el cartel y me dejo llevar por mis amigos y por el “estado”. ¿Grupo favorito? no te sabría decir uno. ¿Guilty pleasure? los 80/90 fueron muy guays.

Me molaría mucho ver a Nirvana, Camarón y Queen de cabezas de cartel. Los demás hay tantos que nunca acabaría la lista. Los últimos años he disfrutado mucho con los conciertos de Blood Orange, James Blake, Twin Shadows, Chet Faker, The XX, Caribou, !!! (Chk Chk Chk), Blur, Radiohead, Darkside, Time Impala, LCD, Antonia Font, The Cure, Metronomy, Poolside, The Knife, Hot Chip, Fleet Foxes… Y John Talabot siempre es garantía de bailoteo.

Como localización, por pedir pediría en mi isla Mallorca siempre que se pudiera conjugar el entorno natural y su absoluto respeto, cosa difícil. Ir iría con mis amigos, para mí los festivales siempre han sido más la excusa para reunirme con ellos y pasarlo bien que la música en sí.