El trío de Bristol señala la ansiedad social y la idealización cuando se suben al escenario en ‘Always Happy’

Por Tatiana Moro

Grandmas House es un trío británico de amargo post-punk al que la pandemia resquebrajó los planes. Como a muchos grupos -si no todos- el virus pausó su carrera musical. Aunque Yasmin Berndt, Poppy Dodgson y Zoë Zinsmeister llevaban por el circuito de la música en Bristol desde que 2018 formasen el grupo, las tres utilizaron el confinamiento para componer y grabar. De aquellos días salió es ‘Always Happy‘.

Con un sarcasmo y rabia incontestables, Grandmas House ironizan sobre la ansiedad social que solemos experimentar con las redes sociales. En concreto, señalan esos fragmentos especialmente cuidados que solemos compartir que no sólo son un engaño por no contextualizar la imagen completa de nuestras vidas sino que construyen una imagen irreal. Yasmin Berndt, cantante del grupo, cuenta que la canción «está basada en nuestras experiencias de ser percibidas como una determinada persona, concretamente en el escenario, donde tenemos una confianza excesiva, versiones exageradas de nosotras mismas, y la ansiedad social parece lejana».

Con claras influencias de Courtney Barnett, el ímpetu de Porridge Radio o el spoken lyrcis de Deadletter, Grandmas House son tajantes en la percusión, ásperas en la guitarras y viscerales con sus letras en ‘Always Happy‘. El 12 de marzo, a través del sello Brace Yourself Records, esta canción será parte de un single con una nueva, ‘Small Talk’.