El cuarteto madrileño publica álbum debut con una clara vertiente garage rock y tintes lo-fi donde la distorsión está medida. Las voces de Carlota y Ana se solapan queriendo escapar de detalles imprecisos que consiguen un sonido sucio pero comedido. Letras y melodías simples con la frescura de una juventud que no usan como bandera pero sí disfrutan. Gamberrismo en estado puro. Lo mejor: ‘San Diego’ y ‘Chili Town’.