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Por Alfonso Alfaro
Belako ya han dejado de ser una banda emergente por lo menos para los que les gusta y están al tanto de panorama musical. El cuarteto, natural de Munguía, se ha alzado como estandarte de la música indie en el País Vasco, lamentablemente en estas tierras todavía son más comunes bandas como Kortatu o Berri Txarrak. Sin embargo, a nivel nacional están calando no solo por su primer y notable álbum sino por el potente directo del que hacen gala. Los asistentes del Neox Rocks salieron asombrados y no por Jared Leto y su circo de emos, fue por Belako.
Inmersos en una gira por todo España, presentan su segundo álbum, Hamen, que significa ‘aquí’ en euskera vizcaíno, algo así como el andaluz cerrado para el resto de vascos. Como anticipo paulatino que se iba acrecentando, la banda empezó a publicarcon cuentagotas las canciones en YouTube, lo que dio tiempo a sus seguidores para familiarizarse con las nuevas composiciones sin ofrecer el grueso del disco de un solo golpe.
Josu, Lore, Lander y Cris ofrecen un disco ecléctico pero bastante compacto. Si bien es verdad que Eurie bebía más de un sonido noventero digno de los mejores Sonic Youth, esta vez apuestan por unas melodías más actuales pero sin renegar de sus raíces. No es ni mucho menos una continuación sino una evolución, controlada en algunas canciones y experimental en otras.
En primer lugar han puesto ‘Fire Alarm’ y está usted equivocado si esperaba un tema como ‘Sea of Confusion’ de su álbum debut. Las líneas del bajo marcan la composición, siendo la guitarra cuasi ignorada y exagerando las cuatro cuerdas. Querido lector, quizás esté completamente confuso, “¿dónde están mis Belako?” se preguntará. No hay de qué preocuparse, ‘Guk Emanez’ es un corte que nos recuerda a sus comienzos con el cambio de ritmo a un tono más festivo en el final que deja, sea dicho de paso, muy buen sabor de boca.
El tema ‘Off Your Shoes’ es para quitarse el sombrero. La idea de renegar de la electrónica para convertirse en un tema digno de cualquier sala de concierto lúgubre y casposa encanta a quien escribe estas lineas. La guitarra y su distorsión por momentos recuerda al heavy metal de Ozzy Osbourne mezclado con los punteos de unos jóvenes Pixies con ideas nuevas. Este tema se debería usar para bises y cerrar el concierto destrozando los instrumentos. Además nos dejan un pequeño falso final para continuar con el pogo 37 segundos más.
Con ‘Key’ nos enseñan la otra cara de la moneda, una canción que podría estar firmada por el Julian Casablancas más experimental. La principal diferencia es que con The Strokes esperamos un sonido típicamente suyo y Belako junta las piezas para que quede un tema resultón pero agradable. El cierre de la composición parece escrito por Florence + the Machine salvando las distancias entre las voces.
En ‘Nomad’ y ‘Track Sei’ se aprecia un mayor protagonismo de la voz de Cris Lizarraga e incluso coros que correctamente ensalzan las canciones en el momento adecuado. Es imposible estar en el coche y no cantar “I’m travel back in time” junto a la teclista.
El siguiente tema es como una nana, ‘Something to Adore’ es lenta, muy lenta, aunque cautivadora. Quizás la parte vocal no sea la más inspirada de esta canción. Con ‘Mum’ rompen en pequeña medida con la línea del trabajo rozando la linea electrónica y donde los sintetizadores empapan la armonía.
Al estar cantada en euskera, ‘Hegodun Baleak’ parece una canción popular vasca pero con otra melodía. Puede sonar exótico para la gente de fuera del País Vasco pero es un placer encontrar una canción en este idioma que me guste y Belako lo consiguen con creces.
Una de las sorpresas de Hamen es, sin duda, ‘Crime’. Se trata de un tema que va in crescendo donde no esperamos un estribillo con un cambio tan rockero. Josu, si me permite tutearlo, no rasguea la guitarra, la desgarra. Hago mención por segunda vez a los Pixies para destacar que Jack Black estaría orgulloso de ese punteo. Es más, podrán tocar y dedicársela en el Bilbao BBK Live donde actúan ambas bandas este verano. Querría saber si el Indie Cindy de los de Boston tiene una canción igual de buena, mi apuesta es que no.
Las tres últimas composiciones son completamente atípicas. ‘Aarean Bez’ es para bailar en una discoteca dejando los complejos con el portero pero no es un estilo con el que comulgue. ‘Sinnerman’ suena a la banda sonora de Street Fighter II pero estilo disco. Y por último, promento preguntarles qué se tomaron para escribir ‘Monster’ porque sigo sin entender los miaus de la base.
Es un álbúm más que notable, en la línea de calidad de Eurie, que situaría como muy alta. Ahora solo queda ver cómo defienden las canciones de Hamen en directo y no queda mucho para que eso ocurra.
https://open.spotify.com/album/6TXP7h4WhgEIyssQ20Rdr2