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Por Antonio M.
Han pasado ya muchos años desde su primer disco, Violent Femmes, en 1983. Después de cambios en la formación, litigios varios y silencios discográficos los chicos de Milwauke nos hacen llegar este año We Can Do Anything. Lo importante de un crítica es no hacer todo un panegírico sobre quién, cuándo o dónde sino ser capaz de situar cada cosa en su momento y despertar si es necesario la luz de la vela.
Violent Femmes fueron sin duda una de esas bandas descubiertas por un acto fortuito (Pretenders dixit). Sobre todo consiguieron un espacio en una vorágine de nuevas bandas americanas que apostaron por sonidos autóctonos abrigados por el sol del pop o rock más incisivo. Violent Femmes apostaron por adaptar un flok americano con una dinámica punk que sorprendieron y gustaron al mismo tiempo. Sin duda su disco debut supuso todo una sorpresa no sólo para la prensa especializada sino también para el gran público que les auparon inmediatamente con conciertos dinámicos y de gran factura (instrumental).
Ahora se enfrentan al paso del tiempo y lo primero que sorprende es que este We Can Do Anything podría tranquilamente ser editado a finales de los ochenta y otro gallo cantaría. En el 2016 suena algo trasnochado para los seguidores del grupo que esperaran una evolución, mientras que los fans se sentirán aliviados porque siguen siendo Violent Femmes.
La mejor manera que han tenido de recordar quiénes eran y que el tiempo no ha pasado es sin duda comenzar un disco con ‘Memory’, claro alegato sobre sus intenciones, sonidos propios y queda claro, debemos tener memoria para saber quiénes somos y dónde estamos. ‘I Could Be Anything’ supone la inmersión en el sonido del trío que parece no haber evolucionado y, por cierto, tampoco les hace falta. Folk-punk en estado puro.
Si bien el relleno quizás viene por esos temas a medio ritmo que no se sitúan en el dulce parque de las baladas pero no acaban de enarbolar la bandera del ritmo como son ‘Holy Ghost’ o ‘What You Really Mean’. ‘Travelling Solves Everything’ comienza cual banda sonora de serie de los sesenta para convertirse en una simpática gamberrada. Y si hablamos de gamberradas no se nos queda atrás ese amor falso ‘Untrue Love’, en el que por momentos recordaba al Elvis cansado de su última etapa en Las Vegas.
Violent Femmes dejan claro que han vuelto para quedarse, se tendrán que cuidar de sí mismos y sus propios egos para encontrar el camino del desarrollo, la improvisación y la sorpresa con el que se presentaron. Que van por el buen camino en este 2016 ha quedado claro, ahora a esperar.