Por Alfonso Alfaro

Ante el inminente inicio del Bilbao BBK Live y la actuación el viernes 8 de julio de Belako en el festival bilbaíno, rescatamos la entrevista que realizamos al grupo en Vitoria-Gasteiz horas antes de su concierto en la gira de presentación de Hamen. El encuentro se desarrolla en la sala Jimmy Jazz en un paso entre en el backstage y la zona VIP donde innumerables pintadas en las paredes nos rodean. Saben que lo están haciendo bien y saben que con este segundo trabajo han dado en la tecla del éxito aunque ni a Josu Billelabeitia, guitarra, ni a Cris Lizarraga, frontwoman, se les ha subido a la cabeza.

¿Cómo empezó Belako?
Exactamente el primer ensayo de Belako fue el 15-M. Aquel día nos juntamos los cuatro. Yo los conocía a todos: una es mi hermana, Ibon el primer batería jugaba a futbol conmigo y era del pueblo, y Cris era de mi cuadrilla de la carrera porque estudiamos juntos. Ellos se conocieron en ese mismo ensayo. Respecto al lugar, nuestro abuelo tenia una pequeña fabrica de metalurgia en la que todavía están las maquinas y allí ensayábamos. Hace tiempo que no tocamos allí, es muy precario. No hay luz y en invierno hace mucho frío. Ese lugar ha influido mucho en nuestro sonido, al ser un espacio tan grande y crearse tanto eco las canciones se hacen de una manera. Por eso en directo no nos gustaba nuestro sonido y pensábamos que faltaba reverb y algo más.

¿Por qué la mezcla de euskera e inglés? ¿En qué idioma se basa principalmente Belako para componer?
Las influencias. Lo natural te sale en inglés. Fonéticamente te invita a ello. Cris habla un inglés muy fluido y tiene una pronunciación bonita. A mí no me gusta que se note el spanglish. Yo hago coros. El euskera es nuestro idioma y de alguna manera nos parece muy exótico. Siempre trabajamos para tener algún tema en euskera. Nos hace ilusión cuando salimos fuera del País Vasco, por ejemplo en Andalucía, y el público se sabe la letra.

¿Cómo y dónde componéis?
Lo hago casi todo en casa. Cuando más han salido los temas es al ordenador en formato electrónico, le paso los instrumentales a Cris y saca una melodía. Luego el sintetizador en el local se convierte en una guitarra. Al final la canción tiene otro carácter, se te ocurren melodías nuevas y vas descartando.

¿Cómo ha sido la gestación de Hamen?
Son canciones, hay alguna vieja reciclada. La mayoría son vivencias de ahora y representa mucho el momento, año y medio. Yo creo que envuelve toda la experiencia. Cris ha estado haciendo el posgrado en Madrid y nos mandábamos las canciones y jugábamos con los ritmos. Al final decíamos “vamos a tocarlo con Belako”. Otra cosa muy importante, el manager de la banda, Sergio, nos dejó una casa en Navarra, perdida en el monte, nos concentramos allí dos o tres semana con los instrumentos. Surgieron algunas canciones, estructuramos todos los temas y fuimos muy seguros al estudio de grabación.

¿Ha habido presión en este disco que, quizás, no hubo en el anterior por ser el debut?
Sí, pero hemos tenido tres fases. La primera fase es “nos da igual”, si estamos a gusto no nos importa la opinión de la gente. La música para nosotros es pasárnoslo bien. La segunda es que igual las canciones son muy largas, igual eso, igual lo otro… Por último es cuando incorporamos ‘Nomad’, no es single pero ahora está compensado gracias a la canción. Veíamos canciones suaves, largas pero con esa canción equilibramos el álbum. No es difícil de escuchar, nos hemos quedado muy contentos.

Poniéndonos a elegir, ¿Eurie o Hamen?
Eurie no se correspondía con el grupo. Tenemos claro que esto es mejor, es nuestra esencia.

Siendo tan duro, ¿qué autocrítica le haríais a Eurie? ¿En que creéis que habéis mejorado?     
Estamos aprendiendo todo el rato. No sabía que se necesitaban pedales de distorsión, yo no tocaba la guitarra, nos hemos dado golpes para aprender. Siempre ha sido perder, ganar, perder, ganar y mejorar todo el rato. Ya se me han ocurrido muchas cosas para otro trabajo, no queríamos hacer un disco tan alto de volumen.

¿Con qué canciones te quedas de Hamen?
La mejor canción que hemos hecho nunca es ‘Mum’. Pero la metimos en otro LP. Aunque también me quedo con ‘Key’ ya que tiene un poco de todo, algo de Arcade Fire, un poco de The Strokes. Es muy melódica y no es cañera.

¿Qué principales diferencias de producción tiene Hamen?
Eurie es mono y Hamen es estéreo. El primero es más sencillo, en Hamen puedes tener de todo. Una guitarra allí, otra allí, voces cruzadas… Si una canción suena a un estilo hay que ir a otra movida. Por ejemplo ‘Fire Alarm’, la batería puede ser Delorean pero el bajo está distorsionado.

¿Por qué surge Belako Records? ¿Qué tal la experiencia con Mushroom Pillows?
Por tener el control en todo. Nos hemos currado las canciones, queremos sacarlas y solo los cuatro sabemos qué significan. Otros sellos hacen lo que quieren con tus canciones y parece que el artista es el último por el que se preocupan. Te cuesta más dinero y más trabajo. Así que alquilamos los estudios y sacamos el disco adelante. Las clausular “de por vida” me dan vértigo, los derechos de autor deberían ser para el autor. Nosotros nos repartimos los derechos a partes igual, es nuestra filosofía. Siempre hay buitres que chupan de todos los lados. Igual no tienes tanto alcance, no queremos llegar a la cima sino llevar un proceso natural. Ahora vamos con Mushroom Pillows a medias y no entran en lo artístico. Tienen contratos en el extranjero y funcionamos bien.

En cuanto a festivales y en un símil un poco complejo, Belako es para el BBK lo que Hinds es para el FIB, ¿qué relación tenéis con el festival bilbaíno?
La verdad es que sí, aunque somos más del Kutxa Kultur. El sitio está muy bien, no es un macrofestival con grandes nombres y traen cosas interesantes.

Bueno, el Kutxa Kultur Festibala es de la misma productora. Como espectadores, ¿a qué festival no faltaríais ninguna edición?  ¿o qué concierto si  tocasen aquí?
Somos de sala pero el Primavera Sound y el Sónar están por encima. Aunque, repetimos, el Kutxa Kultur tiene el sitio, el ambiente, la gente… Los macrofestivales a veces agobian porque quieres ver una banda y la gente desfasa. Los festivales son complicados. Me encantaría ver a Julian Casablancas, Arcade Fire y la mayoría de grupos muertos.

¿Cuál ha sido el artista que más os ha impactado en directo?
Portishead en el FIB. Todo el mundo callado y todos metidos en la burbuja. Yeah Yeah Yeahs también nos gustaron. En cambio, vimos a Blur y fue una decepción.

¿Cómo fue vuestro primer concierto? Y el que consideráis el mejor que habéis dado, ¿cuál fue?
En Mungia nos plantearon la opción de tocar y en dos semanas nos sacamos un repertorio con unas cuantas canciones. Ensayando, probando y haciendo un mejunje de las cosas y la mitad de las canciones en spanglish. Antes éramos más locos que ahora y también más electrónicos. Es el desarrollo de un grupo, hemos evolucionado.

¿Recordáis con especial cariño algún concierto de la gira o de la anterior?
La presentación de Hamen en el Kafe Antzoki de Bilbao porque hicimos sold out. Cuando tocamos en casa, nos ponemos nerviosos porque queremos hacer un bolo perfecto.

¿Cómo elaboráis el setlist? ¿Pensáis en el sitio donde tocáis, dependiendo de si es festival o sala? ¿Lo basáis más en Hamen y menos en Eurie?
De ayer a hoy es diferente. Ahí juegas con el horario. Con festivales va de 40 min a una hora. No puedes hacer todo lo que quieres. Como tenemos un estilo variado queremos tocar de todas las canciones. En Euskal Herria tocamos cosas más nuevas y probamos canciones más arriesgadas. Al estar aquí queremos esforzarnos.

Y, por último, después de acabar la gira de Hamen, ¿qué vendrá, un descanso más amplio o ya hay nuevas canciones para volver a entrar en el estudio?
No tenemos grandes cambios pero ya tenemos nuevas canciones preparadas que estrenaremos en el skatepark de Mungia que inauguraremos en un concierto allí. Tenemos también caras B, aunque algunas canciones de esas no las metimos porque no eran coherentes con el álbum o no estaban a la altura.