Después de una primera jornada marcada por la actuación de The Breeders, el sábado del Primavera Club estuvo protagonizado por muchas más bandas que solistas. La asistencia del segundo día pareció menor y eso pudo ser por la falta de alguna banda de renombre como Kim Deal y compañía. Pese a que volvió a haber problemas de sonido que hicieron que se retrasasen varias actuaciones, el regreso del Primavera Club en Madrid ha aprobado con nota.

Si el viernes fue un día más enfocado al baile y sonidos más electrónicos, Flat Worms se encargaron de demostrar desde el primer tema que no iba a ser lo mismo. Los angelinos demuestran que beben de sus anteriores bandas como Thee Oh Sees o Kevin Morby: distorsiones a tope, solos de guitarra y un bajo con personalidad. Se merece una mención especial batería que hizo que retumbara todo el Teatro Barceló. Fueron una de las actuaciones del festival.

Con una propuesta y más tranquila, Ganges comenzaron la actuación diez minutos tarde. El trío trata de emular a referentes como Alt-J sin mucho éxito y cayendo en lo estándar del indie. En cambio DBFC son fieles a su propuesta de electropop francés al más puro estilo Phoenix -salvando la distancias-. No inventan nada que no se haya visto pero sus temas destacaron ya que no hubo bandas similares en el cartel.

El hip hop y el R&B no fueron el género más presencia y Pauli. fue el único defensor de dichos estilos. Su actuación estuvo marcado también por un retraso de 15 minutos pero rápidamente supo conectar la gente. Pese a que su voz no sea lo más destacado de todo su repertorio, el inglés lo camufló bajando a cantar con el público e incluso bailando con ellos. Y para bailar ya estaban Clap! Clap!. Los italianos se podrían haber explayado un poco más en la faceta artística porque fue como un dj set pero interpretado en directo. A parte de eso, su fórmula funciona entre los que buscan más el baile que un concierto.

La mezcla de un estilo indie y el rock de raices americano no fue la mejor y Gold Connections demostraron por qué. La banda suena bien y con ganas, pero lo que les falla son sus temas, cuando la mejor canción de toda la actuación es una versión de Grateful Dead no es buena señal. Ataviados con unos chubasqueros de colores, Superoganism dieron una de las actuaciones más vistosas del fin de semana. Orono, la misteriosa pero a la vez hipnótica cantante, acaparó la mayoría de atención junto a las proyecciones con mensaje protesta para canciones como ‘Something For Your M.I.N.D.’.

Y qué mejor manera de cerrar la noche que con dos actuaciones de rock y punk en El Cielo de Barceló. En primer lugar los barceloneses Medalla agruparon a unos cuantos fans para hacer un pogo constante tema tras tema. ‘Maquina de Plata’ o ‘Navaja Certera’ fueron las canciones más aclamadas de unos Medalla que no quisieron acabar de tocar pese a las indicaciones de los técnicos. Les dio igual y ofrecieron una última canción antes de despedirse entre aplausos y vitoreados. Por último, Cocaine Piss pusieron patas arriba el escenario con su punk clásico pero efectivo. Aurélie Poppins, líder de la banda, se pasó medio concierto sobre el escenario y la otra mitad cantando entre el público. Una pena que la mayoría de sus temas suenen demasiado parecidos y sea más importante los empujones del pogo que la canción en sí.