Por Helena Malvido

Es fácil determinar cuándo un concierto está volviendo loco al público por la cantidad de sudor que se percibe en el ambiente. Sobre todo si es en una sala pequeña. Camisas desabrochadas, largos tragos de cerveza y coletas que antes no estaban.

Novedades Carminha consiguieron crear ese microclima sudoroso a la mitad de ‘Devórame otra vez’, tema con el que abrieron ayer sábado en la sala Fever de Bilbao. No es difícil imaginar cómo siguió el resto, cuando continuaron con ‘Que Dios Reparta Fuerte’, ‘Juventud Infinita’ y ‘Quiero Verte Bailar’.

A algún que otro fan casi le explota la cabeza de tanto gritar “wooow” entre el final de una y el principio de otra y  los bailecillos de Jarri pusieron los pelos de punta a las fans más jovencitas.

El setlist, mezclando el nuevo material con el viejo, logró que hasta las más antiguas pero modernas quisieran mezclarse entre el pogo que unos chavales estaban venga a intentar recrear. Es que cuando suenan canciones como ‘Fiesta Tropical’ o ‘Ritmo en la Sangre’ te la suda que te tiren cerveza en el brazo.

Escuchar Campeones del Mundo en casa te hace querer ir a la playa, pero escucharlo en directo hace ver que la esencia que los define sigue intacta y que todos los punkis, modernos y no tan modernos siguen siendo bienvenidos ya sea para saltar o dar toques con la mano sobre la barra.

Cerrar con ‘Lento’ después de unos cuantos bises más que agradecidos fue la guinda del mejor pastel de Europa. Esa canción está hecha para ser escuchada en directo. No solo porque en directo todo sabe mejor si no por la actitud que guarda ese tema detrás y por la forma con que lo interpretan. Peccati di cardinale para los oídos.

Un buen comienzo de esta nueva gira para los gallegos que con su buena música y acento van a ir conquistando corazones allá por donde toquen.