Por Helena Malvido

Ay, Madrid y su escena actual, cómo gusta hablar de ella, escucharla y sobre todo querer vivir en ella. Aunque pensemos que esa nueva movida madrileña solo cuenta con cuatro grupos, es cierto que el germen de esa nueva música, bandas y el amor por tocar en los garitos más míticos, ha hecho que surjan nuevos nombres y nuevas energías.

Así pues, un buen ejemplo que nos da gusto presentar en esta sección son Los Ramblings. Un cuarteto de chavales madrileños, que empezaron a tontear con la idea de meterse en el saco del garaje cuando aún eran menores y frecuentaban guateques light. Todo esto comenzó con Suso y Wilfred, ambos hablaban mucho de música y tocaban la guitarra. Empezaron quedando por las tardes a improvisar, inventándose nombres posibles para un grupo pero, la cosa empezó a ponerse seria después de conocer a Marcos, el batería, al que habían visto tocar alguna vez y a Mario el bajista que siempre se sube al escenario vestido con un albornoz hortera.

Tras estar un año y poco más tocando covers de Arctic Monkeys, The Strokes, The Black Keys o White Stripes y quedando en un local a las nueve de la mañana todos los fin de semana, decidieron bautizarse y empezar a componer. Lo de Ramblings no solo viene de los desvaríos de los que se declaran artífices sino también del disco Chulahoma de The Black Keys en el que se descifra la palabra entre muchas dispares.

Los primeros bolos en salas para menores distan mucho de lo que logran ahora, hace un año tocaron en la Costello y supuso un punto de inflexión y ya han tocado en Maravillas, en el Café la palma, en Matadero y en el Villa de Bilbao. La inspiración les llega de todo lo que escuchaban en sus inicios, lo que escuchan ahora, así como de lo que ven a su alrededor, Ty Segall, Together PANGEA o Los Nastys son parte de sus listas de reproducción. La composición gira en torno a ideas que cada uno aporta al grupo, improvisando sobre ellas o dándoles forma poco a poco.

Su primera experiencia más profesional pasó por las manos el estudio madrileño Neville, donde se aprecia en su primer single ‘I see the evil’ buen rollo y mucha libertad. Este tema es el que les llevaría a ganar el concurso Capitán Demo de Radio 3 y al estudio Moba a grabar el temazo ‘Introspectation’. Su primer EP Turkeys lo grabaron asesorados por la experiencia con grupos del estilo y las buenas ideas del productor David Baldo, en Delia Records.

Los planes de futuro cuentan con un doble single de temas más suaves, pero sin cambiar de rollo (es solo un farol) y un segundo EP para mediados del año que viene que será más grunge y “tendrá más gritos”. En enero saldrá un videoclip para ‘I See The Evil’ en el que podremos verles dando tumbos con el demonio. Mientras barajan todas las posibilidades, las ganas de dar bolos en mil sitios están presentes. Solo necesitan un bar donde tocar y un sitio donde dormir.