Por Alfonso Alfaro

Los festivales y conciertos no solo se sustentan en los grandes nombres, realmente son las pequeñas bandas y teloneros quienes sorprenden y dejan incluso un mejor sabor de boca. Bully es una de esas bandas. Comenzaron hace tres años en Rosemunt, Minnesota, pero más tarde se mudaron a Nashville para empezar a trabajar sus canciones en estudios de grabación profesionales. El primer álbum Feels Like se lanzó al mercado el año pasado.

El grupo está liderado por una carismática Alicia Bognanno, de apariencia angelical y desaliñada a partes iguales, su aspecto introduce al momento boquiabierto de uno cuando se la oye. Los riffs sencillos y pegadizos se unen a la suave voz que en los momentos importantes se rompe dejando abierta la veda al sonido punk más sucio. No nos engañemos, la voz de Bognanno les puede sonar familiar, sin más rodeos les llegará a la mente Cristina Llanos de Dover en sus comienzos.’I Remeber’ y ‘Brainfreeze’ son dos de las canciones más potentes, perfectamente cargadas guitarras chirriantes y esa voz desgañitada.

En cuanto a lo instrumental, suenan a lo de siempre. Esos sonidos los hemos escuchado antes en innumerables bandas, sin embargo suenan frescos y apetecibles, con un descaro especial. Lo de siempre pero con gusto. Dos guitarras, una rítmica que normalmente coquetea mucho con la distorsión y la otra se dedica a ofrecer sonidos más agudos por encima de la primera.

Bully es un sí rotundo. En Europa poco se les ha visto, solo han podido disfrutar de ellos en Reino Unido y algún concierto en Francia, Alemania y Holanda. Esperemos que este año sea un punto de inflexión en su carrera y den el salto que piden y necesitan. En los festivales estadounidenses ocupan posiciones bajas en los carteles, para verles en nuestro país habrá que confiar en que algún festival los contrate y nos permitan disfrutar de ellos.